El psicólogo del futuro: ¿un robot?
La inteligencia artificial aporta soluciones y atajos en muchos ámbitos de nuestra vida. Pero, ¿y en la psicología? ¿Podría la inteligencia artificial sustituir a un psicólogo? Es tentador pensar que seríamos capaces de estudiar y programar nuestra tarea como psicólogos e inclusive hacerla llegar de forma más eficiente y amplia. Aunque me es difícil visualizar a un robot llevando a cabo una tarea tan humana, no se debería descartar tan pronto. ¿Podría ser que el psicólogo del futuro sea un robot?
¿Qué hace un psicólogo?
Si analizamos el cerebro de forma simplificada, diferenciando los dos hemisferios podemos ver que:
El hemisferio izquierdo se encarga del:
- Lenguaje
- Pensamiento racional
- Lógica
- Escritura
Mientras que el hemisferio derecho está relacionado con:
- Emociones
- Creatividad
- Recuerdos
- Imaginación
- Intuición
Cuando una persona viene a terapia suele tener un problema de integración. Los recursos que podrían ayudarle a resolver su problemática se encuentran en un hemisferio (izquierdo) pero el motivo de consulta lo ancla al hemisferio contrario (derecho). Por esta razón, los recuerdos y las emociones suelen “secuestrar” a la persona que no se ve capaz de utilizar sus recursos más racionales. En este caso, el psicólogo actúa de puente entre los dos hemisferios y para esto necesita él mismo poder estar en contacto con ambos.
La terapia no es una ciencia exacta. No se aplica una fórmula y se obtiene un resultado. Más allá de las técnicas y teorías que se aprenden en la formación, un psicólogo requiere ir ajustando y afinando su propio instrumento. El encuentro terapéutico se basa en eso: en encontrarse. Para esto, un psicólogo trabaja constantemente por incrementar su presencia para poder sostener “el espacio curativo y apoyar el vínculo interno del paciente” (Salvador, 2018, 16).
Es decir, un psicólogo necesita tener un profundo conocimiento de su propio material interno para saber dónde situarlo para que no interfiera en las sesiones. Como dice Richard Schwartz (s/f) “es un secreto a voces, conocido para cualquier terapeuta medianamente honesto, que nuestros clientes remueven en nosotros tantos sentimientos tormentosos, pensamientos, prejuicios, asociaciones negativas, e impulsos desafortunados como nosotros despertamos en ellos.”
¿Qué puede hacer un robot en terapia?
A pesar de las posibles limitaciones, sería naïve considerar que la inteligencia artificial no irrumpirá también en la psicología. Está claro que una máquina puede estudiar y memorizar diferentes patologías; aprender teorías explicativas; conectar circunstancias que puedan concluir en una situación concreta. De hecho, si la psicología se tratase de conectar causas y efectos, una máquina podría hacer estas conexiones a mucha más velocidad que una persona. Si sólo analizamos los factores externos que generan una emoción, un programa podría contrastar sus datos y anticiparse a una emoción humana. Asimismo, un psicólogo robotizado sería capaz de analizar la situación y dotar de recursos a la persona sin ningún problema.
Existe un amplio potencial en la creación de inteligencia artificial que pueda leer ciertas claves no verbales y contrastar con una base de datos. De hecho, en la actualidad existen software preparados para imitar voces, que los humanos no somos capaces de diferenciar y simular emociones para interactuar con humanos. Pero, ¿es eso suficiente?
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Componente espiritual
La psicología, como todas las ciencias ha ido evolucionando a lo largo de los años. Ha transitado por caminos cercanos a la filosofía, las ciencias naturales, la antropología, sociología, conductismo y arte entre otros. En la actualidad, además, se ha nutrido de un componente espiritual proveniente sobretodo de corrientes orientales pero sin limitarse a ninguna religión concreta.
Este cambio ha significado una gran aportación aunque no exenta de prejuicios. Era difícil aceptar que aquello de lo cual nos habíamos esforzado tanto en separarnos ahora nos podía aportar algo.
Una inteligencia artificial que se crease para acoger las necesidades de la psicología actual tendría que tener en cuenta este componente espiritual. No es mi afán el presagiar el futuro de la psicología y la inteligencia artificial, carezco de formación específica en el tema. Pero si intento analizar conceptos importantes en la psicología actual que considero son algunos retos para programadores en este ámbito.
Referencias:
Darlington, K. (2018). AI Systems Dealing with Human Emotions. Extraído de: https://www.bbvaopenmind.com/en/technology/artifficial-intelligence/ai- systems-dealing-with-human-emotions/
Salvador, M. (2018). BSP, DISOCIACIÓN Y ESTADOS DEL YO. in Wolfrum, G. Editor. The Power of Brainspotting, an International Anthology. Asanger, 2018 (pages 129-154).
Schwartz, R. (s/f). El Yo Superior. Extraído de www. Selfleadership.org/the-larger-self.html