¿Qué es la irritación y cómo calmarla?
La irritación es una sensación interna de crispamiento en la cual todo lo que nos dicen y nos hacen nos molesta. De cierta manera, da igual lo que haga el otro porque la irritación la llevamos por dentro. Puede ser tan elevada que inclusive nos sentimos irritados por nosotros mismos. Entender lo que nos pasa y por qué nos pasa nos puede ayudar a calmar la irritación.
La irritación es una señal de desregulación: nuestro sistema nervioso simpático se activa en respuesta a la percepción de peligro. Sin embargo, no es necesario que la amenaza sea real, basta con la percepción para que nuestro sistema se active.
Los estímulos externos (lo que nos está pasando en ese momento) puede ser un disparador de nuestra irritación, pero esta también se puede activar por un recuerdo. De hecho, la irritación puede venir del recuerdo de haber necesitado a alguien que nos sostenga y nos acompañe y no haberlo tenido. Paradójicamente, la misma sensación también se puede despertar debido a que el cuerpo recuerda la experiencia de sentirse obligado a mantener más contacto del que deseaba. Esto nos puede impulsar a demandar más espacio y apartar a los demás. Observarnos y escucharnos es un paso importante para la regulación emocional. Por esto es interesante hacerse las siguientes preguntas:
- ¿Qué situaciones disparan tu irritación?
- ¿Es con esta persona que me siento irritado?
- ¿Es de ahora?
- ¿Qué pasó justo antes de sentirme así?
- ¿Por qué estoy de tan mal humor?
¿Qué sucede en nuestro interior cuando estamos irritados?
¿Cómo podemos calmar nuestra irritación?
Cuando te sientes irritado no es suficiente con decirte a ti mismo “cálmate” necesitas hacer algo con tu cuerpo para sentir la calma. Esta sensación nos despierta el impulso de luchar (gruñir; dar una patada; apartar…) y por lo tanto necesitamos por un lado liberar cierta energía y por otro lado reconectar para volver a una sensación de bienestar. Para calmar la irritación puedes:
- Sal a correr, a nadar o a caminar activamente para liberar endorfinas
- Expresa cómo te sientes. Si te lo guardas no tendrás otra opción que explotar
- Mímate y cuídate con un baño relajante, un masaje un momento para ti.
- Conecta con alguien: somos seres sociales y por lo tanto nos regulamos con otros seres. Por ejemplo, un tono de voz calmado, una persona que esté presente a pesar de nuestro estado que nos de espacio sin abandonarnos puede ser de gran ayuda.
En definitiva necesitamos desactivar el sistema de lucha/huida que representa el sistema nervioso simpático. Para esto es importante controlar la respiración ya que esta es una herramienta que tenemos para desactivar el sistema nervioso simpático.
Herramientas útiles para la regulación del sistema nervioso simpático:
Entender lo que nos pasa y por qué nos pasa es el primer punto de entrada para la autorregulación.