¿Cómo ser una madre perfecta?
Para ser una madre perfecta en primer lugar hay que dejar de querer serlo.
Es común encontrarse con madres que se preguntan “¿lo estaré haciendo bien?”; “¿soy una buena madre?”.
Ser madre ya es lo suficientemente difícil como para encima perder la confianza en nosotras mismas. Una cosa es el poder reflexionar y cuestionar nuestra conducta, lo cual es positivo. Pero otra totalmente diferente es el caer en el hábito de fustigarnos apoyadas en el mito de la madre perfecta. Aunque sea obvio, cabe repetir que es imposible que podamos ser perfectos como padres así que es mejor asumir que fallaremos e intentar dar lo mejor de nosotros.
¿Por qué no podemos ser perfectos?
- Nuestra maternidad viene marcada por nuestras experiencias y huellas como hijos
- Retransmitimos a nuestros hijos de forma inconsciente las creencias y las expectativas que tenemos introyectadas
¿Cómo lo podemos hacer mejor?
Winnicot ya hablaba de la madre “suficientemente buena” para introducir el concepto de que es imposible ser perfectos pero que se puede ser bastante buena. Así que, sí que hay cosas que podemos hacer al respecto.
- Liberarnos: no nos sirve de nada arrastrar la culpa que viene por creer en el mito que podemos tener hijos perfectos y que podemos ser padres perfectos.
- Observarnos: nos preocupamos y nos cuestionamos “¿Estoy haciendo lo mismo que hicieron conmigo?” Todo lo que tenemos sin resolver se irá transmitiendo de forma inconsciente así que podemos observarnos y hacer consciente nuestras creencias de cómo tiene que ser el mundo.
- Sanar heridas: si nos permitimos equivocarnos también podemos darnos el espacio para pedir disculpas y reconocer errores. Las relaciones se pueden reparar, sin importar la edad.
- Aprovechar lo que nos devuelven nuestros hijos: vemos en ellos cosas que nosotros también hacemos. Esta es una oportunidad para poderlo revisar en nosotros. Si queremos que nuestros hijos cambien primero lo tenemos que cambiar en nosotros.
- Aceptar nuestras limitaciones: el hecho que nuestros hijos puedan ver nuestras limitaciones nos ayuda a crear un ambiente más relajado donde se permite el error, se enmiendan los daños y se quiere a cada uno como es.